06/05/2021 12:30
Un poco de historia (poco, en serio)
Tranqui, que no te quiero abrumar. Voy a contarte algunas pinceladas de lo que descubrirás en tu excursión a Chichén Itzá.
En primer lugar, estas dos palabras significan «boca del pozo de los itzaes», haciendo referencia al Cenote Sagrado que te recomiendo visitar.
Te adelanto que ese lugar tiene una vibra peculiar, ¿será porque aquí se realizaban la mayoría de sacrificios a los dioses?
Chichén Itzá es la gran ciudad maya por excelencia. Fue fundada por los mayas itzaes en el siglo VI y está dedicada a su dios más importante: el poderoso Kukulkán, conocido como «la serpiente emplumada».
El territorio llegó a abarcar 25 km2 y daba cobijo a unas 100 mil personas que vivían en palapas de techo de palma.
La nobleza vivía en palacios cerca del centro religioso, cultural y administrativo.
La pasión de los mayas por la precisión arquitectónica y su relación con el estudio de los astros ha dejado un legado patrimonial con un valor incalculable.
No es una frase hecha. Volverás a casa queriendo saber más sobre esta cultura tan rica
.
El secreto de la pirámide de Kukulkan
Una de las imágenes más emblemáticas de la Riviera Maya.
Sí, lo has adivinado.
Aquí es donde te harás la famosa foto saltando.
Pero vamos con lo importante. ¿Cuál es el secreto que guarda este lugar?
Resulta que en los equinoccios –20 o 21 de marzo y 22 o 23 de septiembre– en la escalinata norte de la pirámide se produce un curioso juego de luces y sombras.
De las sombras «nace» lo que parece el cuerpo serpenteante del dios Kukulkán, que unido a las grandes cabezas talladas en la base de la escalera, parece descender a la tierra.
¡Una auténtica pasada!
En muchas ocasiones se ha comentado que esta pirámide actúa como calendario maya de 24 metros. De hecho, no parece casualidad que la escalinata que conduce al templo Kukulkán, tenga exactamente… sí, 365 escalones.
Uno por cada día del año.
El solsticio de verano maya
¿Qué onda con el solsticio?
Pues verás, cuenta la leyenda que el dios maya del Sol, Kin, el día del solsticio de verano dividió en dos el templo de Kukulkán para anunciar el día más largo del año. Para los mayas, este fenómeno era de gran importancia puesto que daba inicio a la recolecta de los frutos y cosechas.
Y te preguntarás, ¿qué pasa exactamente?
Durante el amanecer de los días 20 o 21 junio, este fenómeno provoca que la luz ilumine las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra.
Si decides pasar las navidades en Riviera Maya, verás lo contrario, la parte iluminada se oscurece y la oscura se ilumina. Esto no ocurre al amanecer, sino al atardecer de los días del 21 o 22 de diciembre.
Un espectáculo de luz acompañado de los sonidos de la naturaleza que rodea el sitio arqueológico.
Algunos consejos antes de tu visita
Madruga.
Pero sin pasarte, que estás de vacaciones.
Así podrás dedicar la calma y tiempo que merece esta maravilla de lugar.
Que no te falte la ropa cómoda, las gafas de sol y la cantimplora de agua. ¡Ah! y algo de dinero en metálico por si quieres comprar artesanía.
Te aconsejo contratar la excursión con guía, que podrás hacer en el resort que te alojes. Podrás descubrir las historias y tesoros que esconde este enclave único de la mano de un local. ¡Esto no tiene precio!
No dejes de visitar el Gran Juego de Pelota.
Se trata de dos enormes paredes paralelas, cada una con un aro de piedra bien alto, por donde debían acertar los equipos con una pelota de caucho. En Chichén Itzá podrás ver el mayor y mejor conservado Juego de Pelota de todo México.
También tienes que pasear por la Plataforma de los Cráneos, el Templo de las Águilas y los Jaguares, el Conjunto de las Mil Columnas y la Casa Colorada.
El templo que más me sorprendió fue el de los Guerreros. Ojo, no se puede acceder, pero se pueden ver desde la distancia las escenas de guerreros y cabezas sobresaliendo del muro en la parte alta. Impresionante.
El Cenote Sagrado y el Observatorio son dos de los puntos en los que vas a poder respirar un encanto particular.
Mira bien el calendario
Estos fenómenos ocurren únicamente en marzo, junio, septiembre y diciembre. No hay excusa para viajar a Riviera Maya todo el año.
Si tienes flexibilidad de fechas, te recomiendo que cuadres tus vacaciones para poder enamorarte aún más de la cultura maya.
¡No te puedes perder este espectáculo!
En Amamos Viajar, ponemos a tu disposición profesionales expertos en el destino para que diseñen tu viaje a medida, sin preocupaciones y con la seguridad de que vivirás experiencias inolvidables.